INTRODUCCIÓN:
En el siguiente trabajo se analizaran diferentes teorías
sobre la Filosofia de la mente. Se abordaran diferentes corrientes filosóficas
tales como:
El dualismo
El dualismo
El
paralelismo Psicofísico
El
monismo
El
Conductismo
El
funcionalismo
El
materialismo no re ductivo y eliminativo
El
naturalismo y sus problemas (Qualia e intencionalidad)
Filosofía
de la mente
La filosofía de la
mente se ocupa de la naturaleza de los estados mentales, de
sus efectos y
sus causas. La
filosofía de la mente estudia cuestiones epistemológicas en
torno a la cognoscibilidad de la mente.
Argumentos
en favor del dualismo
El argumento más conocido es
el desarrollado por René Descartes en las Meditaciones. En resumen, es el
siguiente: Puedo imaginarme clara y distintamente que el espíritu exista sin la
materia. Lo que uno puede imaginar clara y distintamente es al menos, por
principio, posible. Así, pues, es al menos
posible que el espíritu exista sin la materia. Si es posible que el espíritu
exista sin la materia, espíritu y materia han de ser entidades diferentes.
Puesto que espíritu y materia han de ser entidades diferentes, en consecuencia
el dualismo es cierto.
Los argumentos en favor del
dualismo son básicamente de carácter epistemológico, aunque el dualismo
encuentre también acogida por motivos morales o religiosos; en realidad, muchos
ataques al dualismo pudieran estar inspirados más en esta clase de motivos que
en los primeros.
El primer apoyo intuitivo al
dualismo proviene del hecho de que tengamos alguna clase de acceso privilegiado
a nuestra propia conciencia; así, por ejemplo, si por potente que fuese la
tecnología empleada (estamos imaginando un experimento mental) no se pudiese
conocer lo que pensamos cuando se examinase a fondo nuestro cerebro, habría que
concluir que lo que llamamos nuestra conciencia no se encuentra enteramente en
el mundo físico, por mucho que guarde obvias relaciones con él
Otros
dualismos.
Existen también otras formas
de dualismo, entre las que mencionaremos las cuatro más importantes.
1) Paralelismo
psicofísico: El paralelismo fue desarrollado por Gottfried Wilhelm Leibniz.2 Las
tesis centrales son:
Espíritu y materia son dos
sustancias diferentes.
Dichas sustancias no
interactúan entre sí.
Sino que actúan en paralelo,
pero de modo sincronizado.
De este modo se superarían
los problemas del dualismo interaccionista, pues ya no habría que buscar un
lugar en el cerebro donde se produjera la interacción.
2) Ocasionalismo: El
ocasionalismo ha sido defendido, entre otros, por Nicolas Malebranche. La idea es la siguiente:
cuando quiero hacer algo se está produciendo un suceso inmaterial en mi
espíritu. Dios conoce ese hecho y hace que el cuerpo se ponga en movimiento.
3) Epifenomenalismo: El
epifenomenalismo entiende la conexión entre mente y materia como una relación
de un solo sentido: la materia actúa sobre la mente inmaterial, pero no a la
inversa. Sin embargo, el epifenomenalismo plantea problemas similares a los del
dualismo interaccionista.
4) Dualismo de propiedades: El
dualismo de propiedades ha experimentado un renacimiento en los últimos años
debido a un libro de David
Chalmers.4El
dualismo de propiedades puede incluirse entre los dualismos sólo con ciertas
reservas. Al contrario que los demás, con respecto a la sustancia es un
monismo; es incluso compatible con la tesis de que todo se compone de pequeñas
partículas físicas. Sostiene, no obstante, que hay propiedades no materiales.
Chalmers califica a la propiedad de "ser experimentado de determinada
manera" (los qualia) de propiedad no material. Sus reflexiones se apoyan en
el concepto de superveniencia y en la lógica de las
explicaciones reductivas.
Respuestas
monistas al problema mente-cuerpo
El monismo, en
contraposición al dualismo, afirma que sólo hay una substancia. Hoy en día casi
todos los monismos son materialistas. Así, pues, afirman que la única
substancia existente es la materia. No obstante, son posibles otras
formulaciones: podría también afirmarse que no hay materia, sino sólo espíritu.
Conductismo
El conductismo ha
sido la corriente dominante en la filosofía de la mente durante la primera
mitad del siglo XX. En la psicología surgió
como reacción al problema de la introspección:
cuando mediante la introspección alguien habla de su mundo mental interior, no
hay manera (o no la había entonces) de comprobar la veracidad de sus
declaraciones.
El conductismo filosófico ha
sufrido una decaída desde la última mitad del siglo veinte, concidiendo con el
ascenso del cognoscitivismo. Los cognoscitivistas rechazan el
conductismo debido a varios problemas que consideran insostenibles. Por
ejemplo, se puede pensar que el conductismo es contra-intuitivo al afirmar que
cuando alguien habla de sus punzantes dolores de cabeza esté hablando de su
conducta.
Teoría
de la identidad
La teoría de la identidad,5 desarrollada
por John Smart y Ullin T. Place, fue la
reacción al fracaso del conductismo. Si los estados mentales son algo material,
pero no conducta, habrá que suponer que son idénticos a los estados físicos
internos. De esto se sigue inmediatamente que un estado mental M no es otra
cosa que un estado cerebral C. El estado mental "deseo de un café" no
sería otra cosa que "la activación de determinadas neuronas de
determinadas regiones cerebrales".
Otro problema de la teoría
de la identidad radica en que, ciertamente, puede describir el "deseo de
tomar un café" por medio de un determinado estado cerebral; sin embargo,
la declaración acerca del estado cerebral sólo tiene significado si sabemos lo
que significa sentir el deseo de tomar un café. Así pues, un lenguaje
neurocientífico sobre los procesos mentales no puede prescindir del contenido
semántico del lenguaje corriente, que expresa tanto los procesos mentales como
el deseo de tomar un café, y no puede por tanto sustituirlo, como se pretende.
Funcionalismo
El funcionalismo fue
desarrollado, entre otros por Hilary
Putnam, como reacción a los problemas de la teoría de la
identidad.6 La
idea es la siguiente: si los seres con estados cerebrales diferentes pueden
tener el mismo estado mental (con lo que la teoría de la identidad se revela
falsa), ha de existir no obstante algo que los estados cerebrales tengan en
común. La solución de los funcionalistas consiste en subsumir los distintos
estados cerebrales bajo el mismo estado funcional. Los estados mentales serían
entonces estados funcionales.
Materialismo
no reductivo
Para muchos filósofos hay
dos convicciones que van juntas:
El materialismo es cierto,
los estados mentales han de ser estados materiales. Todas las propuestas
reductivas concretas son insatisfactorias: los estados mentales no pueden
reducirse a conductas, estados cerebrales o estados funcionales.
El monismo
anómalo de Donald
Davidson es un intento de formular tal tipo de materialismo.
Esta idea se formula a menudo con el concepto de superveniencia:
los estados mentales supervienen sobre los estados físicos, pero no son
reducibles a ellos. "Superveniencia" describe ahí una relación de
dependencia: lo mental no puede cambiar sin que haya cambios físicos.
Materialismo
eliminativo
Si se es materialista, se
considera que los esfuerzos reductivos han fracasado y que un materialismo no
reductivo es incoherente, puede recurrirse a una última opción y afirmar:
"No hay estados mentales".8 Pero
¿no es esto completamente absurdo? Los materialistas eliminativos afirman
que los estados mentales han sido introducidos por nuestra psicología popular. Si
ahora, con los avances científicos, la psicología popular se revela falsa,
también habremos de acabar con las entidades por ella postuladas. En este
punto, eliminativistas como por ejemplo Patricia y Paul
Churchland a menudo señalan el destino de otras teorías falsas
a lo largo de la historia. Por ejemplo, la brujería se ha mostrado falsa. La
consecuencia es la aceptación de la no existencia debrujas.
El
naturalismo y sus problemas
La tesis del materialismo es
que la mente es algo material. El problema fundamental de esta posición es que
la mente tiene propiedades que ningún objeto material
posee. El materialismo debe por tanto explicar cómo puede ser que a un objeto
material le correspondan, no obstante, esas propiedades. A menudo se denomina
al proyecto de acometer esta explicación "naturalización de la
mente". ¿Cuáles son las propiedades críticas? Las más conocidas son las
dos siguientes:
Qualia
Muchos estados mentales
tienen la propiedad de ser experimentados de maneras diversas.13 Lo
esencial del estado mental dolor es,
evidentemente, que hace daño. Pero ¿de dónde viene esa experiencia (los qualia)? En un
estado neuronal o funcional nada indica que vaya acompañado de una experiencia
de dolor.
Intencionalidad
La intencionalidad describe
la capacidad de los estados mentales de estar dirigidos hacia o encontrarse en
relación con algo,14 lo
que hace también que puedan asignárseles valores de verdad. Esto significa que
las ideas pueden
ser verdaderas o falsas. En principio esto puede no tener nada de extraño; sin
embargo, cuando se pretende reducir las ideas a procesos naturales surge un
problema: los procesos naturales no son verdaderos o falsos, simplemente
suceden. No tendría sentido decir que un proceso natural es verdadero o falso.
La
filosofía de la mente y las ciencias de la naturaleza
Los humanos son seres
corporales y, como tales, pueden ser descritos por las ciencias naturales.
Puesto que los procesos mentales no son independientes de los procesos
corporales, la descripción que las ciencias de la naturaleza hacen de los
humanos jueguen un importante papel en la filosofía de la mente. Aquí son
relevantes todas las disciplinas que describen procesos relacionados con lo
mental. En consecuencia, la lista de las ciencias relevantes es larga: biología, informática, ciencia
cognitiva, cibernética, lingüística, medicina, farmacología, psicología, etc.
El trasfondo teórico de
la biología,
como sucede en las ciencias naturales modernas
en general, tiene un planteamiento materialista.
Objeto de estudio son en primer lugar los procesos físicos,
que son contemplados como fundamento de la actividad mental y
de la conducta. El éxito creciente de labiología en
la explicación de los fenómenos mentales se entiende sobre todo por la ausencia
de refutación del supuesto fundamental: no hay "ningún cambio de los
estados mentales de una persona sin un cambio en su cerebro".
Dentro de la neurobiología
hay diversas disciplinas que se ocupan de la relación entre los procesos
mentales y los físicos:
La neuropsicología describe
la dependencia de las facultades mentales respecto de regiones cerebrales
concretas.
Por último, la biología,
mediante su planteamiento evolucionista,
muestra que el sistema nervioso humano, en cuanto base de la mente, se ha ido
desarrollando tanto ontogenética comofilogenéticamente a
partir de estadios previos más simples.
Informática
Algunos científicos del
campo de la informática creen en la actualidad que su especialidad puede
aportar una nueva contribución al problema mente-cuerpo. Suponen que a partir
de la acción recíproca entre software y hardware,
que se produce en toda computadora, es posible que algún día se puedan
descubrir teorías que nos ayuden a comprender la acción recíproca entre la
mente humana y el cerebro.
Psicología
La psicología es la ciencia
que investiga directamente la conducta y los procesos mentales. Investiga en
concreto estados mentales como la alegría, el temor o las obsesiones. La
psicología investiga ahí las leyes que ligan los estados mentales entre sí o
con el input y output de
las personas.
Consecuencias
de la filosofía de la mente
Hay incontables temas que se
ven afectados por los resultados de la filosofía de la mente. Claros ejemplos
de ello son la naturaleza de la muerte y
su carácter definitivo, la naturaleza de lasemociones, de
la percepción y de la memoria.
También la cuestión acerca de qué es una persona y
en qué consiste su identidad tiene mucho que ver
con la filosofía de la mente. Hay dos temas que, en conexión con la filosofía
de la mente, han despertado especial atención: la libertad y
el yo.
Libertad
En el contexto de la
filosofía de la mente la cuestión acerca de la libertad
de la voluntad se plantea con renovada intensidad.
Esto es así al menos para materialistas y deterministas.
Según ellos, las leyes naturales determinan por
completo el curso que sigue el mundo material. Los estados mentales –también
por tanto la voluntad humana– serían, en virtud de ello, estados materiales. De
modo que la voluntad y el actuar estarían completamente determinados por las
leyes naturales. Algunos llevan la argumentación un poco más lejos: las
personas no pueden determinar por sí mismas lo que quieren y hacen. En
consecuencia, no son libres.
Esta argumentación es
rechazada, por una parte, por los compatibilistas. Estos señalan
que la pregunta "¿Somos libres?" sólo puede responderse una vez se ha
concretado qué se quiere decir con "libre". No obstante, hay
también incompatibilistas que opinan
que la voluntad de las personas es libre. Estos filósofos afirman que el curso
del mundo no está completamente determinado por las leyes naturales: al menos
la voluntad no ha de estarlo y, por tanto, es potencialmente libre.
Yo
En vista de este problema,
algunos filósofos afirman que deberíamos dejar de hablar de un yo. De todos
modos esta es una posición minoritaria; más extendida está la opinión
siguiente: por "yo" no debería entenderse un núcleo esencial
inmutable, sino algo que se encuentra en permanente cambio. Un conocido
defensor de esta postura es Daniel
Dennett.
CONCLUSION:
La filosofía de la mente es
responsable de la naturaleza de los estados mentales y estudia las cuestiones
epistemológicas de la misma.
Los argumentos a favor del
Dualismo son epistemológicos y su primer apoyo intuitivo es el hecho que
tengamos alguna clase de acceso privilegiado a nuestra propia conciencia. No se
puede conocer lo que pensamos cuando examinamos nuestro cerebro.
Para el Paralelismo Psicofísico
desarrollado por Gottfried Wilhelm Leibriz el espíritu y la materia son dos
sustancias diferentes, dichas sustancias no interactúan entre sí por que actúan
en paralelo sincronizadamente.
En base a esto surge el
Monismo que es la contraposición al Dualismo, que afirma que solo existe una
sustancia, todos los monismos son materialistas.
El Conductismo surgió en
reacción al problema de Introspección que es cuando alguien habla de su mundo
mental interior, en estos tiempos no había forma de comprobar esto y así surge
el Cognoscitivismo.
La Teoría de la identidad
fue desarrollada por John Smart y Ullin T. Place continuo al fracaso del conductismo que afirma
que los estados mentales son algo material pero uno de conducta presenta un
grave problema: la realización múltiple ya que no solo los seres humanos, sino
también los anfibios, los alienígenas si los hubiera pueden padecer dolores
pero es improbable que esos dolores se encuentren en el mismo estado cerebral.
El funcionalismo
desarrollado por Hilary Putnam en reacción a los problemas de la identidad
sostiene que los seres con estados cerebrales diferentes pueden tener el mismo
estado mental.
Para muchos filósofos hay
dos convicciones que van juntas, el materialismo es cierto, los estados mentales
son materiales y no pueden reducirse a conductas, estados cerebrales o estados
funcionales.
Lo mental no se puede
cambiar sin que haya cambios físicos.
Para los Materialistas
Eliminativos no hay estados mentales ya que han sido introducidos por nuestra
psicología popular. Por ejemplo la brujería se ha demostrado falsa y por
consecuencia se debe aceptar la no existencia de brujas.
La tesis del materialismo es
que la mente es algo material. El problema es que la mente tiene propiedades
que ningún objeto material posee.
La intencionalidad describe
la capacidad de los estados mentales de estar dirigidos en relación con algo.
La filosofía de la mente y
las ciencias de la naturaleza (neuro)-biología. La biología fundamenta que no
hay ningún cambio de los estados mentales de una persona sin un cambio en su
cerebro.
La psicología investiga
directamente la conducta de la mente. Hay dos temas de la filosofía de la mente
que han despertado especial atención: la
Libertad y el Yo. Algunos filósofos afirman que deberíamos de dejar de hablar
de un Yo y este no debería entenderse como un núcleo esencial inmutable sino
algo que está en permanente cambio.
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